LIADA GORDA EN EL CONCIERTO DE EXTREMODURO EN ARANDA DE DUERO

Fuente: El Diario de Burgos

Las fiestas de Aranda de Duero (Burgos) sirvieron de reclamo para que hasta 5.000 personas se acercaran al Recinto Ferial para ver a Extremoduro. El verdadero show se montó después de tres canciones y un saludo inicial con puntería: "Buenas noches a todos menos a los que están ahí sentados".

Santo Robe (a partir de este momento, no tan santo) se refería a la gente -unas 30 personas- que no tenían entrada pero que se había quedado igualmente a las puertas del recinto -en la calle- para escuchar el concierto. El cantante consideró que, al no haber pagado los 22 euros, no podían disfrutar de su música. Intervinieron hasta la Policía y la Guardia Civil.

Pie de foto: La Guardia Civil, amiga de Robe ahora, desalojando a la gente de una cuneta

Tras un parón, Robe reanudó su presencia en el escenario justificando su actitud en la defensa de los derechos de los artistas y de los que habían pagado su entrada para ver el directo. Eso encrespó los ánimos del público y muchos de los presentes abandonaron el recinto, yendo más de 300 a situarse en el lugar de donde habían invitado a marcharse a la anterior treintena de personas. Esta postura enfadó más al cantante de Extremoduro, que volvió a parar el concierto, para reanudarlo más tarde, otros 40 minutos, interpretando el resto del repertorio previsto pero sin parar, para no tener que escuchar las críticas que el público presente le lanzaba de forma casi unánime.

La situación pudo terminar peor ya que, algunos fakers, lanzaron objetos al escenario y destrozaron algunas vallas de la zona del concierto. Aquel que en el pasado abogó por los excluidos, las minorías, los necesitados, aquel que clamó en contra de todo lo prohibido, aquel que despotricó del dinero, del poder, de las reglas impuestas y sus ejecutores, de toda manifestación de despotismo ilustrado, protagonizó un desagradable espectáculo digno de una estrella decadente.